El colegio Juan Pablo II y la Inmaculada de Guadarrama lleva años inmerso en el proyecto de seguridad vial con el firme propósito de concienciar a sus alumnos de la necesidad de respetar el código de circulación tanto si actúas como peatón o como conductor.
La seguridad vial, un código universal inventado por los humanos y a la vez útil en los cinco continentes, es de aquellas veces en la que independientemente de dónde estés y las ideas que tengas.
Los alumnos elegidos para aprender los diferentes tipos de conducta han sido tercero y quinto de Primaria, respectivamente. Los primeros han de profundizar en todos los códigos relacionados con los peatones; desde las señales de prioridad, hasta las de advertencia, así como todos los peligros que conlleva el mundo de la seguridad vial. Los alumnos de quinto por el contrario están más centrados en el ámbito de la conducción, aunque inevitablemente ambos están estrictamente relacionados.
La policía local viene una vez al mes a impartir las sesiones, impartiendo un total de cuatro sesiones por cada curso elegido, siendo la última de carácter práctico.
Los alumnos de tercero trabajan en un cuadernillo con las ideas más importantes del mundo de la seguridad vial. Dicho cuadernillo se va realizando a lo largo de las distintas sesiones impartidas por Isabel, experta en el tema y miembro de la policía local del pueblo de Guadarrama.
Los alumnos de tercero tienen muchísima curiosidad por el mundo que les rodea, por cómo funciona todo haciendo de estas clases un lugar de disfrute y aprendizaje natural.
Por otra parte, los alumnos de quinto de Primaria van a indagar acerca del mundo de la circulación y la conducción, así como todos los elementos relacionados con su seguridad. Es ineludible la responsabilidad que tienen de aprenderse los códigos de circulación para que puedan irse de excursión por el pueblo en bicicleta ya que al final de curso está previsto una sesión práctica como premio a la constancia y el esfuerzo realizado por los alumnos a la hora de profundizar en el tema de la seguridad vial.
Por todo ello, como merecida recompensa irán a dar una vuelta por Guadarrama para implementar los conocimientos adquiridos durante sus clases de educación vial. Hay que tener en cuenta que, a lo largo de las clases, han estado asimilando el uso de todas las señales de tráfico en las diferentes situaciones en las que se pueden encontrar, hasta han tenido la fortuna de poder elaborar sus propias señales de tráfico. Parece sensato pensar que los alumnos del colegio están totalmente involucrados con la seguridad ciudadana, ya que acabadas las sesiones esperan con impaciencia la siguiente sesión.